A fines de mayo pasado, Gonzalo Castellani (37) se despidió de Ferro Carril Oeste, club de la B de Argentina al que había llegado a principios de año, tras dejar Colo Colo. El anuncio del volante fue sorpresivo, ya que se esperaba que su ciclo en el equipo trasandino durara mucho más. Es el conjunto del que es hincha y en el que se formó y debutó como profesional. Había regresado justamente por ese cariño.
Sin embargo, las cosas no salieron como él esperaba. Ahora, en diálogo con AS, Castellani cuenta por qué finalmente se fue de Ferro.
– ¿Cómo ha sido este proceso después de dejar Ferro?
– Cuando salí de Colo Colo, no tenía muy claro si volver a mi país a jugar en Ferro, pero a medida que pasaron los días, se contactaron conmigo y me entusiasmaron. Siempre dije que quería volver, sintiéndome bien físicamente, y así fue. Más allá de lo que pasó, no me arrepiento para nada de haber vuelto. El tiempo que estuve, lo disfruté muchísimo. No era el final que deseaba, pero las cosas son así.
– ¿Finalmente por qué se fue de Ferro? Se dijeron muchas cosas…
– Todo me cerró en que, al final, era el club el que me quería y el técnico (Alfredo Grelak) no tanto. Me lo terminaron admitiendo. Fueron surgiendo cosas donde sentí que no era la prioridad… Teniendo cosas de mayor envergadura, por así decirlo, bajé de categoría, pero no me dieron la importancia que necesitaba y que sentía que debía tener. Hubo diferencias con el técnico y la directiva decidió rescindirme del contrato. En un momento me hicieron saber que era o el técnico o yo.
– ¿Cómo se tomó eso?
– La verdad es que me sorprendió mucho. Soy un chico que salió del club, y no me trataron como esperaba.
– ¿Sigue dolido?
– Al principio me costó muchísimo entenderlo y asimilarlo. Los primeros días fueron muy difíciles, pero bueno… Como todo, el tiempo sana y yo soy muy positivo. El tiempo que estuve lo disfruté, la gente me brindó muchísimo cariño y viví cosas con mi familia, como entrar a la cancha con mis hijos y mi mujer. Es el club que siempre que amé, del que soy hincha, y fue todo muy lindo. Por eso me quedo con la parte buena.
– Su familia debe haber sido clave en esos días difíciles…
– Sí, siempre. Cuando uno llega a casa, los nenes no entienden mucho, son más inocentes en ese sentido. Uno trata de explicárselos, pero también hay que estar bien por ellos, porque necesitan energía y alegría. Entonces, esas cosas las tengo que dejar de lado, porque no tienen nada que ver con ellos. A veces uno anda con un poco de cara larga o triste, pero trato de hacerlo bien con ellos, estando positivo.
– Ahora está esperando por una nueva opción en el fútbol…
– Tengo ganas de seguir jugando, estoy esperando algo que me entusiasme. Quizás es un poco difícil, por mi edad y porque a mitad de año en algunos mercados hay menos incorporaciones. Pero bueno, estoy entrenando, por si llega a aparecer algo, y con mucho entusiasmo.
– Dice que es complicado encontrar equipo por el tema de la edad. ¿Analiza igual el retiro?
– No, estoy con muchísimas ganas de jugar. El día que me retire será cuando ya no dé más físicamente. Si puedo aguantar hasta los 45… Esto lo disfruto muchísimo, desde que me levanto hasta que termina el entrenamiento. Me hace sentir vivo.
– ¿Ha tenido acercamientos con algún club? De repente volver a Chile…
– Por ahora, sólo cosas de la B argentina. Y bueno, por el momento no quiero jugar en otro club de la categoría que no sea Ferro, porque si yo bajé, era por ellos. Al ser mitad de año, se complica un poco por el colegio de mis hijos y el tener que trasladar, si es que en otra provincia u otro país. Yo quisiera quedarme en la Primera de Argentina y en Buenos Aires… Pero bueno, si surge algo de afuera que me tiente, estoy dispuesto, porque quiero seguir jugando. Y sobre Chile, sí, ojalá. Allá la pasé muy bien, tanto en los tres años que estuve en Unión La Calera, como en el último año con Colo Colo.
– Usted destaca mucho su cariño por Ferro, así que tengo una última pregunta sobre eso. ¿Sueña con que sus hijos lo vean nuevamente jugando ahí, pero con mayor continuidad? Seguro le quedaron cosas pendientes…
– Sí. Pasa que, en esta rescisión de contrato, sentí que los dirigentes como que me dieron la espalda, no sentí el respaldo de ellos. La decisión se tomó de un día para otro… No sentí todas las cosas lindas que me dijeron al principio, antes de firmar.
– Cambió todo, entonces…
– Sentí que ya no eran las mismas personas. Yo creo que, mientras esté esa gente, a mí me va a costar mucho volver. No descarto la posibilidad de volver mientras haya otra gente, porque me faltaron cosas por hacer. Más allá de lo que pasó, sigo queriendo y respetando al club. Soy hincha y estoy agradecido, porque me hicieron profesional. Las posibilidades se acortan por mi edad, pero ojalá pueda volver.
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