Los ejes de este supuesto “despegue” económico de Kast y Quiroz, serían la reducción de los impuestos a las grandes empresas, la disminución del gasto público y la desregulación de la economía. Quiroz no dudó en afirmar que “nuestra propuesta busca desregular sustantivamente y sin complejos”.
Pero ¿qué significa realmente “desregular sin complejos”? ¿A quién beneficia esa frase altisonante? Un intelectual italiano afirmó hace casi un siglo que en política se conoce mejor a las personas por lo que hacen que por lo que dicen. Entonces, ¿qué ha hecho Jorge Quiroz en su ejercicio profesional?
Jorge Quiroz: un historial vinculado a la colusión
El historial de Quiroz es elocuente. Ha estado involucrado directamente en dos de los casos de colusión más escandalosos del país: la colusión de los pollos y la colusión de los medicamentos.
En el primer caso, elaboró el modelo económico que permitió a las principales empresas avícolas repartirse el mercado mediante cuotas de producción, una práctica abiertamente anticompetitiva. En el segundo caso, emitió un informe técnico en defensa de Salcobrand, una de las farmacias involucradas en la colusión, minimizando el daño causado y llegando a afirmar que “lo que la Fiscalía identificó como mayores ingresos por venta no constituye ni un incremento anormal ni un perjuicio para el mercado o para nadie”.
Estamos hablando de un economista que, lejos de condenar estas prácticas, las racionaliza como parte del funcionamiento “normal” del mercado. Que haya defendido técnicamente estas conductas implica no solo una indiferencia ante el abuso hacia los consumidores —especialmente los más vulnerables, como adultos mayores y enfermos crónicos—, sino también una concepción de la economía en la que la ética y el bien común no tienen cabida.
Por tanto, el contenido real de la “desregulación sin complejos” de Kast es dejar vía libre a los grandes grupos económicos para que actúen sin controles, incluso si eso implica colusión, concentración del mercado y abuso de posición dominante. Es, en los hechos, un programa económico para liberar a los poderosos de cualquier fiscalización o límite.
A esto se suma el dogma de bajar impuestos a las grandes empresas, algo que en Chile ya ha demostrado no generar crecimiento ni inversión sostenida, sino más bien evasión, elusión y concentración de la riqueza. Como lo ha señalado reiteradamente la evidencia empírica, los países que han logrado desarrollarse lo han hecho fortaleciendo su base productiva, invirtiendo en innovación, valor agregado y empleos de calidad, no con regalos tributarios a quienes más tienen.
Quiroz y Kast: viejas recetas, mismos resultados
La propuesta de Kast no enfrenta las causas estructurales del estancamiento económico: la falta de diversificación productiva, la excesiva dependencia del extractivismo, el bajo valor agregado de nuestras exportaciones y la creciente precarización del empleo. Por el contrario, apunta a profundizar el mismo modelo que ha fracasado en mejorar la vida de las grandes mayorías.
Detrás de un discurso grandilocuente sobre el “despegue” económico, lo que hay es un viejo recetario neoliberal: recorte del Estado, privilegios a los grandes conglomerados y más concentración económica.
Kast no tiene propuestas reales para las y los trabajadores, para las pymes ni para los territorios. Solo promesas vacías y un programa hecho a la medida de los grupos económicos.

Leave feedback about this