Con 38 años, Diego Sánchez ganó el tercer título de su carrera como futbolista. El portero conquistó el Campeonato Nacional junto a Coquimbo Unido, cuatro fechas antes del cierre, y eso lo enorgullece. Así lo reconoce en esta entrevista con AS.
“Es el broche de oro a un gran año personal y deportivo. Todo lo que he pasado en el fútbol ha sido hermoso, como también el campeonato y la Supercopa con Unión Española en el 2013″, relata el ‘Mono’. La corona con Coquimbo, eso sí, reconoce, tiene un significado diferente.
“Esta copa me pilla mucho más grande, más maduro. Cuando la gente te empieza a decir ‘¿cuándo se retira este hueón?’, y sales campeón, le tuerces la mano a todos ellos o al destino, que de repente se ve oscuro. Pero este campeonato, no… es una bomba de energía», explica.
– Dice que la gente le tiraba mala onda. ¿Le afectó en algún momento?
– No, ya no, estás loco. Yo me río nomás. Es una lástima que pierdan el tiempo escribiendo (ríe), porque tengo el cuero más grueso que el de un chancho. Es imposible que me afecte algo, la mala leche o la mala intención. Estoy tan bien de la cabeza, tan bien con mi vida, que puedo leer algo mil veces y mil dos veces me va a importar nada.
– Los únicos títulos que tenía los había ganado hace 12 años. ¿Fue una espera algo frustrante?
– Sí, porque uno sueña con salir campeón todos los años, pero claro, hacía falta otro campeonato. Me di el gustito de seguir y hacer un campeonato lindo, porque por números fue demasiado histórico.
– ¿Y cómo estuvo el festejo?
– Estuvo fuerte, aún estoy festejando. No duermo hace como tres días, desde el partido, así que imagínate… La vuelta en el bus, con la gente, fue una locura, fue un sueño esa media hora camino a la plaza. Me dijeron que fue media hora, pero para mí fue como una semana. Tomamos harta champagne y cerveza.
– Otras cosas que llamaron la atención de usted, tras el título, fue el tatuaje que se hizo, con la frase “es hoy”, y la foto desnudo…
– El tatuaje lo tengo hace un par de meses. Me lo hice cuando me di cuenta que este grupo podía y se estaba mentalizando y entrenando como si no hubiese mañana… Nos matamos todos los días sin pensar qué iba a pasar mañana, y por eso ahí dije ‘es hoy’. Lo de ayer ya fue y mañana no sé si voy a estar, así que hay que disfrutar del día.
– ¿Y qué dice sobre la foto?
– (Ríe) Son hueás de celebración nomás. Ahí te estoy contando cómo estuvo la celebración, fue una especie de ‘¿Qué pasó ayer?’ (ríe).
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– ¿Va a seguir en Coquimbo? Su contrato termina ahora, en diciembre…
– Sí, pero estamos viviendo el momento, disfrutando. Se vienen cosas buenas con Coquimbo, bonitas, así que estoy feliz. Coquimbo es la primera opción, pero si hay otros planes, se respeta y vamos para adelante con otro equipo, ¿qué vamos a hacer?.
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