Este lunes, murió a los 88 años el papa Francisco, máximo líder de la iglesia católica, y primer sumo pontífice de origen latinoamericano, quien desde febrero había estado presentando complicaciones de salud.
La noticia ha generado impacto y conmoción a nivel internacional, desde donde se ha destacado el legado de Jorge Mario Bergoglio tras haber estado 12 años encabezando el Vaticano.
En ese sentido, la académica del Centro de Estudios Generales de la Universidad de los Andes (UANDES), Marcela Vergara mencionó que Francisco siempre invitó a recordar los orígenes del catolicismo, “esta iglesia primitiva, pequeña, que, como a él le gustaba decir, era una iglesia en salida”.
Además, destaca que “en salida no sólo hacia lugares geográficos, sino hacia periferias existenciales, donde encontramos gente con dificultades, gente con problemas económicos, esos migrantes por los cuales él luchó y le conmovían enormemente cuando fallecían en el Mediterráneo y no lograban llegar al lugar donde iban a encontrar esas mejores oportunidades”.
Además, la especialista también comentó que el fallecido sumo pontífice hacía mención de que la iglesia era “un hospital de campaña, en el que se acoge a todas las personas que tienen alguna dolencia o enfermedad, para que la Iglesia pudiera curarlos, acogerlos, que los acompañara en ese sufrimiento”.
Junto con lo anterior, también fue el primer pontífice jesuita, y como tal intentó desde el momento de su elección privilegiar la sencillez que se le atribuye a la histórica orden fundada por San Ignacio de Loyola en 1534 por sobre la pompa vaticana.
Al asumir su mandato, decidió recibir a sus cardenales de manera informal y de pie, en lugar de sentarse en el trono, rechazó la limusina papal e insistió en compartir el autobús que llevó a otros cardenales de regreso a casa.
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