Starmix | Estas son las 4 razones por las que podrías perder el Subsidio Único Familiar del IPS en Chile
El Subsidio Único Familiar (SUF) es un beneficio económico que el Instituto de Previsión Social (IPS) en Chile entrega a los sectores más vulnerables del país, específicamente para ayudar a padres o madres con hijos menores de 18 años que no pueden cubrir completamente sus necesidades. Con un aporte mensual de $21,000, este subsidio se otorga durante tres años, y su objetivo es aliviar la carga económica de familias en situaciones de mayor vulnerabilidad.
Sin embargo, existen ciertas condiciones que deben cumplirse para recibir y mantener el Subsidio Único Familiar. Uno de los requisitos principales es que el beneficiario pertenezca al 60% más vulnerable de la población. Además, debe acreditar la carga familiar de los hijos u otros dependientes ante el IPS. Aunque este subsidio representa un apoyo importante, incumplir alguna de estas condiciones puede llevar a su pérdida, por lo que es fundamental conocer los motivos que podrían causar su suspensión.
Una de las razones por las que se puede perder el Subsidio Único Familiar es el incumplimiento de los requisitos de vulnerabilidad económica. Si el beneficiario deja de estar dentro del 60% más vulnerable de la población, automáticamente pierde el derecho a recibir el subsidio. Esta condición es revisada periódicamente por el IPS, ya que la situación económica de una persona o familia puede cambiar con el tiempo, y es importante que este beneficio se dirija a quienes más lo necesitan.
Otra causa de la pérdida del subsidio es la falta de entrega de la documentación necesaria en el municipio. Para acceder y mantener el subsidio, es fundamental que el beneficiario proporcione toda la información requerida por las autoridades. Esta documentación permite verificar que se cumplen los requisitos para recibir el beneficio, y omitirla o entregarla de manera incompleta puede resultar en la cancelación del subsidio.
También es posible perder el Subsidio Único Familiar debido al fallecimiento del beneficiario o del causante, es decir, del hijo u otro dependiente que motivó la solicitud. En estos casos, el subsidio se interrumpe de manera automática, ya que este beneficio está destinado a apoyar a familias con cargas familiares activas y dependientes, por lo que su continuidad no se justifica si ya no existen dichas cargas.
Finalmente, el subsidio tiene un plazo máximo de duración de tres años. Una vez que se alcanza este límite, el beneficio cesa, y es necesario hacer una nueva solicitud en caso de que el beneficiario cumpla nuevamente con las condiciones para recibir el apoyo. Por ello, quienes reciben el subsidio deben estar informados sobre este límite temporal y se preparen para renovarlo, si corresponde, antes de que el período concluya.