Starmix | Cuna de la viticultura en el Cono Sur y la Ruta del Vino más larga del mundo
“Vengo de su ciudad hermana perdida, fuimos separados al nacer y fundadas por el padre del vino chileno y argentino: Francisco de Aguirre”. Estas fueron las pocas palabras con las que Cristóbal Vergara, director de Turismo TEMBETA, impactó el año 2018 en la Feria Internacional de Turismo de Buenos Aires a las autoridades turísticas de Santiago del Estero, Argentina quienes sorprendidos al escuchar un relato y personaje desconocido, celebrarían 11 meses después la apertura de la primera bodega de vinos en Santiago del Estero, una oportunidad que Vergara vio para dar vida a uno de los proyectos enoturísticos más atractivos de Sudamérica y por qué no decirlo del planeta: la Ruta del Vino más larga del mundo. Este recorrido enoturístico revive los viajes, lugares y hazañas de Francisco de Aguirre y el clérigo Juan Cidron, pioneros en la propagación de la viticultura en el Cono Sur desde La Serena, Chile, hacia Santiago del Estero, Argentina y el posterior comercio de alcoholes en todo mundo andino tras el boom económico de Potosí, la supremacía de Lima y el impacto de la industria peruana de alcoholes por los terremotos.
La ruta que comienza en La Serena, Coquimbo y Valle del Elqui, continúa por Copiapó, Volcán Ojos del Salado y Catamarca, pasando por La Rioja o San Juan hasta llegar a Santiago del Estero, Tucumán y Salta, para posteriormente seguir hacia Potosí, Sucre, Moquegua y terminar en Lima, donde está enterrado Francisco de Aguirre y desde donde partieron hace 475 años las viñas que llegaron a La Serena. Un fascinante viaje de más de 5.000 kilómetros que, por etapas, rescata, pone en valor y promueve una serie de recursos, cartas, mapas, monumentos históricos e industriales, tecnologías, rituales, creaciones, alimentos, vinos, piscos y alcoholes, se convierten en el vasto patrimonio que promueve esta Ruta del Vino para los viajeros y turistas de Chile y el mundo interesados en descubrir los vinos y terruños más desconocidos de dos capitales vitivinícolas mundiales (Chile y Argentina) y de dos países emergentes (Bolivia y Perú).
Así fue como lo pudimos comprobar el pasado miércoles 4 de septiembre en la ceremonia de conmemoración del día del vino chileno en el Museo Histórico Regional G.G.Videla durante el lanzamiento de la exhibición fotográfica y documental, los paisajes, recursos y monumentos que dan vida a la Ruta del Vino más larga del mundo y que será abierta al público desde este martes 10 de septiembre.
El primer tramo La Serena – Valle del Elqui donde comienza la ruta lo componen tres sitios elementales para el patrimonio y la industria vitivinícola del país, empezando por Viña Falernia, creada por Aldo Olivier y Giorgio Flesatti, la cual se inspira en la fama alcanzada por los más apetecidos vinos de la antigua Roma, el primer grand cru del mundo, los vinos de Falerno, cuyo renombre fue difundido por emperadores, generales, poetas, escritores e historiadores, entre ellos Plinio el Viejo. Es así como Viña Falernia desde sus orígenes ha impactado a la industria chilena y mundial, batiendo récords en su tercer año de vinificación y su primer Wines of Chile al obtener 4 medallas de oro por su Syrah, además de ganar en una cata a ciegas en Londres como el mejor Malbec del Nuevo Mundo y el año 2015 en el WOC, su Carmenere Pedriscal fue elegido como el mejor de Chile, venciendo al dueño de casa, Viña Errázuriz, con su vino Ícono Kai. En las orillas del embalse Puclaro está la tienda de vinos Falernia, papayas Olivier y Pisco Amauta, ya que en el lugar, a la entrada de los observatorios Tololo, Geminis y Rubin, se encuentra una de las destilerías privadas más grandes de Chile, también parte del proyecto familiar.
La segunda bodega es Viñedos de Alcohuaz. Desde su lanzamiento no demoró ni 3 años en ser elegido como uno de los proyectos enológicos más atractivos del mundo por la Revista Wine Spectator por su ubicación sobre los 2.200 m.s.n.m con exóticas variedades de uvas mediterráneas y sus ancestrales métodos de avanzada para la industria, reflejando el inigualable potencial de esta bodega y sus vinos, que usando qvevris, lagares de piedra, huevos de concreto y fudres de roble austriaco la posicionan como uno de los proyectos enológicos más espectaculares del planeta.
Finalmente, si queremos viajar en el tiempo y conocer las primeras vides que llegaron a Chile, debemos ir a la bodega Piuquenes del Elqui, también en Alcohuaz, ya que sus viñedos de uva País, Moscatel de Alejandría, Moscatel Rosada, Negra del Padre y Pedro Jiménez fueron las pioneras de la vitivinicultura chilena y sudamericana. Piuquenes, usando el método zaranda, logró rescatar asombrosas y antiguas elaboraciones de ensambles, vinos dulces, fortificados y semisecos.
Para los amantes del vino, las estrellas y las montañas llenas de cuarzo, energía astral y ríos con agua de glaciar de roca, Piuquenes del Elqui y Viñedos de Alcohuaz poseen alojamiento y servicios complementarios de cabalgatas y astronomía para quienes quieran revivir aquellas aventuras y encuentros de los primeros conquistadores con ka indómita naturaleza andina y de los cielos del sur.